Es común que asociemos el trabajo con estrés, preocupación, frustración y obligación. Cuando no nos gusta lo que hacemos, no sólo bajamos nuestro rendimiento laboral / profesional, sino que también limitamos nuestro bienestar y felicidad.

El mundo necesita más personas felices que encuentren eso que las hace sonreír y entregar más.
Hazte estas preguntas para ir descubriendo un poco más tu vocación

1. ¿Qué es lo que te hace fluir tanto que se te pasa la hora sin darte cuenta?

2. ¿Qué es lo que gustaría poder aportar al mundo?

3. ¿Qué te intriga tanto aprender que te saca de tu zona de confort?

4. ¿Qué carreras existen que se relacionen con estos talentos?

5. Según la pregunta anterior. De no existir una carrera relacionada, ¿qué otras oportunidades existen al respecto?