Si te creías astronauta, doctor/a, veterinari@ o lo que fueses en tu imaginación, así lo vivías en tu mundo con toda la emoción que un niñ@ podía experimentar.

Pero eso se va perdiendo en muchos casos por la misma sociedad y los adultos que nos han inculcado límites al decirnos como debemos comportarnos y que cosas están permitidas y hasta donde podemos crecer.
Es cierto que podemos echar la culpa al sistema, a los padres, al entorno pero eso no cambiaría la situación. En cambio si aprendemos a trabajar en estas “creencias” y poder reconectarnos con ese niñ@ interior que podía hacer real cualquier cosa, estamos cambiando literalmente el mundo al ser una persona que manifiesta lo que desea.

¿Qué o quién te gustaría ser? Realmente ya lo eres, sólo tienes que tomar la decisión,

¡Atrévete!